Según una investigación que hice, algo rápido ya que me tomó menos de 5 minutos encontrar información relevante, descubrí algo que está a la vista de todos y sin embargo la mercadotecnia de las compañías desarrolladoras de la IA nos desvía hacia otros lados transformando una pieza de tecnología, aunque para nada rudimentaria, en un casi acto de fé.
Es interesante ver como un programa de computadora puede hilar palabras en un sentido comprensible o de cómo puede pintar una obra medio extraña basada en indicaciones de los usuarios, pero no es de extrañarse de la gran admiración que de esto emana ya que en la actualidad a las abominaciones les llaman arte y al arte clásico le llaman pornografía.
Mientras entendamos que la IA es una simulación de la inteligencia humana(Aquí está uno de los artículos que explican ampliamente esto) estaremos a salvo de creer las fantasías que rondan por internet ya que es algo que tarda tiempo en desarrollarse y más en madurar porque depende de la experiencia, además de otros factores que determinan el comportamiento y al ansia por aprender. En el artículo se habla del uso de la IA para resolver problemas con la simulación y modelaje sin embargo es una persona quien determina cual de los resultados producidos artificialmente es mejor para el problema en cuestión.
Lo riesgoso de estas tecnologías como ya hemos visto con mucha regularidad es que muchísimas personas han aprendido como utilizarlas para dejar de pensar por sí mismos en, por ejemplo, las tareas escolares; vaya que después de 15 años de dedicarme a la docencia universitaria, he visto una cantidad de plagios impresionante firmados por los estudiantes y de la misma manera, ahora se propone que las IAs se encarguen de escribir por ti y en la actualidad se utilizan estos métodos con regularidad en todo tipo de campañas de distribución masiva pero no nos olvidemos que estas adquieren lo que se ha producido y publicado en internet por seres humanos, entonces no hay originalidad per se. Adicionalmente a esto, la cantidad de artículos falsos que se publican a diario en cantidades industriales aportan a los resultados que se podrían obtener.
Otro ejemplo patente se representa en la forma de GPS, aplicaciones populares en los smartphones, donde la navegación por las calles, caminos y avenidas de todas las poblaciones, así como vías de acceso a ellas ya están registradas en los mapas interactivos dentro de las diferentes apps que existen y son muy similares, por no decirles iguales a la IA. Estas funcionan gracias a un algoritmo programado para seguir a los teléfonos que se encuentran transitando por los puntos por donde uno va a conducir, de tal suerte que si hay celulares detenidos, el mapa lo marca como una congestión de tráfico y sin embargo no siempre es así. Sucede que la IA en tu teléfono no puede discernir las causas del porque estos aparatos se encuentran estáticos y no siempre es un indicador de que haya congestionamiento, como ya lo he comprobado un buen número de veces. En otras ocasiones, el GPS me ha enviado a transitar por lugares recónditos para evitar el tráfico y créanme cuando les digo que he experimentado con esto último siguiendo el mapa propuesto por la app y un amigo yendo por la ruta congestionada y al final hemos llegado al mismo tiempo, o yo más tarde, la mayoría de las veces… que le vamos a hacer, tengo un espíritu experimentador. Lo que no tengo es un auto eléctrico así que el gasto duele un poco, pero en aras de la ciencia estoy dispuesto a hacer el sacrificio.
Y dentro de este universo tenemos a Siri, Alexa y también gozamos de la sensual voz de Cortana por un tiempo. A las dos primeras hay que educarlas adecuadamente y ser mucho muy específico en los comandos de voz para que cumplan con el objetivo y esto estimados lectores ha sido causa de frustraciones de mi parte a la hora de querer recibir liebre y obtener gato. Todas estas fallas en la IA se justifican por sus desarrolladores explicando que está aprendiendo y eso lo entiendo, empero al cambiar de usuario, tiene que volver a aprender de todo ya que no es capaz de intuir, como lo hacemos los humanos en ciertas preferencias determinadas por grupos, principalmente en los hogares. En la mayoría de los casos, tanto Alexa como Siri son lectores de la hora, reproductores de música y encuentra cosas conectadas a internet.
Muy pronto será cosa de contratar alguno de los programas con IA para tener historias originales no solo escritas, sino que también narradas y dentro de poco tiempo con todo y videos poniendo en pausa la inventiva e imaginación humanas, así como la disminución de la compra de libros de autores de todos los géneros y por ende, la riqueza derivada de ello estará centralizada entre muy pocos actores y no necesito decir que los escritores, artistas, etc. entraremos ipso facto en la lista de especies en peligro de extinción, todo por la emoción de ver algo que hace algo que alguien ya hace y desde hace mucho, pero con un ordenador.
Para poner esto en un contexto más amplio, les recomiendo ver la serie ¨Westworld¨ de HBO, que incluye la filosofía del ser y de cómo las máquinas solo obedecen a los algoritmos programados en estas, aunque piensen que actúan como resultado de sus propias decisiones.
Lo notable de todo esto es, que conforme avance la tecnología, no dudo que en un futuro próximo podremos gozar de buenas charlas e intercambios de puntos de vista genuinos con androides, pero hoy por hoy solo se trata de mercadotecnia para vender un producto interesante a lo más sin ser la panacea de oro.
Y por último, ningún tipo de IA ha intervenido para escribir este artículo.
De la inteligencia natural de Carlos di Paulo Zozaya

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