
Quien le tenga miedo al erotismo es un perfecto santo, está desinformado o es un hipócrita.
El erotismo está presente desde que la humanidad es humanidad, es decir, pasamos del estado animal al estado yo pienso, por lo tanto existo y se utiliza para establecer relaciones del tipo sexual y de esa manera preservar a la especie humana.
¿Por qué?
Porque en este planeta somos mucha gente, de todos los colores y sabores, algunos cuneiformes, fusiformes, oblongos, redondos, cuadrados, etc… y esto provoca la competencia entre los géneros, tanto femenino o masculino y preferencias intermedias, dando pie al quehacer erótico para atraer a tu pareja perfecta y así poder copular y no siempre es para procrear ya que el sexo recreativo es más común en los seres humanos que en otras especies, como los delfines, por ejemplo.
Entonces el erotismo se utiliza para sobresalir de entre las multitudes y atraer la atención de una pareja potencial.
Una relación humana y certera con probabilidades de permanencia ya que no es lo mismo una relación copular, como la de los perros a una relación sensual, donde se puede tener de todo y para todo dentro de un nido de amor, si se quiere.
El erotismo comenzó a satanizarse desde el siglo IV de nuestra era, ya que los paganos participaban en orgías interminables durante las fiestas Jupiterianas, posteriormente Mitras. Los griegos antes de los romanos tenían sus clubes swinger con todo y con todos y no se le veía con malos ojos sin embargo no fue sino hasta la llegada del cristianismo que el erotismo comenzó a decaer ante las severas miradas de los nuevos chicos del barrio, propagando y comparando a las deidades antiguas como íconos de la maldad pura. Según los historiadores tanto de la época como actuales, existía la necesidad de convertir a estos paganos y sus “raves” en gente civilizada y observadora de los nuevos cánones adoptados por el nuevo y depurado imperio romano por el brillante Carlo Magno hacia finales del siglo VII, quien intuyó que para mantener al imperio unificado era necesaria una religión y convirtió al bautismo en algo obligatorio, so pena de muerte.
Por aquella época fue que los pecados capitales vieron la primera luz del día cristiano y en el siglo XII se inaugura el infierno y los castigos espeluznantes a los infractores con la publicación de La Divina Comedia del poeta y escritor Dante Alighieri.
Esta lista de pecados capitales, aunados a las tablas de la ley de Moisés se encargaron de meterle un terrible miedo tanto a los paganos como a conversos por igual, de practicar la saludable tarea del sexo sin remordimientos, en parte porque en aquellos años la gente era muy supersticiosa y realmente creían en los castigos venidos directamente de un ser divino y por otro lado los juicios emitidos en las homilías de los servicios religiosos, persecuciones y azotes a quienes no se alineaban al nuevo orden mundial.
De tal manera y ya para el siglo XIV, el erotismo se había convertido en cosa del diablo y su práctica te hacía terminar amarrado de una estaca y quemado vivo por andar de seductor. Huelga decir que el Marqués de Sade corrió con suerte ya que tenía amigos poderosos y solo se le condenó a vivir en un claustro para purificar sus pensamientos lujuriosos e impíos.
Después de tantos años vinieron diferentes revoluciones sexuales y una de las más notorias fue la de los años 60 en Estados Unidos, rematando en Woodstock, sin embargo no solo se promovía la libertad sexual, sino que también el derecho del uso de la droga recreacional (no necesaria para ser sensual o erótico, a menos que de nacimiento seas parco o impotente) y ello marcó el destino de esta libertad como algo relacionado con la drogadicción y el libertinaje. Los puritanos retomaron el control para la década de los 70 y el resto ya sabemos que el sexo termina en lo oscurito y secretivo, lejos de las miradas inquisidoras de los veteranos que estuvieron en dicho evento que vivieron en carne propia tal revolución… (la búsqueda de la redención hipócrita)
Ahora veamos que pasa con la antropología y los pueblos que son tradicionalmente sensuales o eróticos:
Hawaii es un ejemplo del quehacer en estos menesteres al grado que todas sus tradiciones, danzas y deidades se acoplan al ritmo y movimientos que incitarían al mas recatado de la audiencia, pero vayamos mas atrás en la historia, a un punto que en definitiva nos muestra la importancia de lo que hablo:
La venus de Willendorf, que aunque se sale del esquema actual o moderno, será porque está datada con 25,000 años de antigüedad, es un claro ejemplo de que la humanidad siempre ha buscado entretenerse con los placeres de la vida y rinden tributo al cuerpo como a una fuente interminable de especímenes humanos para renovar la sangre de los pobladores. Sin lugar a dudas sus formas, grotescas para algunos seres actuales, era el modelo del símbolo sexual de aquellos años por sus características apropiadas para engendrar vida y mantenerla ya que su físico representa a una mujer bien alimentada y fuerte, estos últimos indispensables para conseguir pareja dadas las condiciones de la época. ¿Qué tan erótica era la venus de Willendorf para sus admiradores? Supongo que mucho porque si no lo fuere, jamás nadie se hubiera tomado la molestia de plasmarla en una escultura tan bien detallada, mas aun, probablemente una diosa venerada.
Como este ejemplo hay muchos y desde hace miles de años, pero no olvidemos a las tremendamente sensuales esculturas griegas y romanas, los bocetos y pinturas de Botticelli, el pragmatismo sexual de Da Vinci con el hombre de Vitruvio, y los murales de la capilla Sixtina de Miguel Angel, quien les pintó penes y vaginas a todo cuanto pudo y que posteriormente se le obligó a vestirlos dadas las condiciones santas de dicho lugar.
La desnudez fue un tema latente en la edad media y hasta el siglo XIX y de su belleza estética y erótica podemos ser testigos en los pasillos del palacio de Versalles, por ejemplo, en los mosaicos descubiertos en Pompeya, en las obras incontables del museo del Prado en España, en los vestigios arqueológicos en América y como podríamos olvidar el Kama Sutra de la India y el ejercicio de la sexualidad abierta en el Oriente preservada hasta la actualidad.
Regresando a Hawaii, pues las muestras de todos esto son muy evidentes y pues para nada ha habido una fuerza divina condenando a este y otros pueblos al exterminio debido a esta práctica tan antigua y saludable como lo es el sexo, el erotismo y sensualidad.
Se dice mucho que esta práctica es malsana y que incita a los bajos instintos humanos pero no se puede estar mas equivocado. El sexo no es un instinto bajo, decirlo así sería como categorizarlo con los asesinos, agresivos, territoriales y demás cosas oscuras de la mente animal humana; por el contrario y como dije a un principio, es parte la medular que nos permite ahora y desde hace millones de años prevalecer como lo que somos ahora, la raza dominante de este planeta. Negarse a este instinto significaría la extinción ya que es natural y necesario.
El erotismo es la tarjeta de presentación ante una pareja potencial y entrando en la poesía erótica te puede dictar que cosas susurrarle al oído mientras bailas una canción suave e incitadora.
Tal como los varones de nuestra especie moderna sumen la panza y sacan el pecho, las mujeres se toman selfies desde ángulos que les favorecen, se ponen rubor, pintalabios, se pintan las canas, los hombres utilizan tintes para barba y bigote, algunos pagan suscripciones al gimnasio y otros van a mejorar su físico dizque para la salud, mujeres vestidas espectacularmente exaltando sus atributos femeninos, todo esto tiene una sola intención: Llamar la atención de una pareja en potencia, es sentirse bien para así sobresalir entre una multitud de seres que también buscan lo mismo. Tenemos corrientes musicales y bailes eróticos en extremo, suficiente para calentar el boiler y meterse a bañar en el mas extremo de los fríos y hay quienes además ejercitan su cerebro para ser sensuales entre la población intelectual, mejoran sus ademanes y posturas y hablan con propiedad.
En fin, todo un universo de razones para practicar el erotismo sin rayar en lo vulgar y levantar las restricciones estúpidas que nos dicen que esto está mal.
Ahora que ya están bien informados podrán tomar una decisión educada, libre y certera pero antes de criticar y/o censurarme, pregúntense si en el pasado o en el presente no se les ha humedecido el gameto sexual al ver a alguien erótico o sensual.
Carlos di Paulo Zozaya









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