Tristeza forjada en la fragua y yunque
Con el incesante martilleo del reproche
El artífice indolente del sentir adverso
Calienta, templa y tensa sus palabras
Y aparentemente espada vengadora
Queda su artesanía presta para infligir
Dolor en lo más profundo del ser
Y llegando hasta la médula con certeza
El corte del fino y bien calibrado filo
Mata con frialdad los argumentos
Para no dar cabida a la razón
Y sangrando de muerte huye a esconderse
Lo que antes fuera amor hasta perecer
En las sombras justo detrás de la fragua ardiente
©Carlos di Paulo Zozaya
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