Si el mar en calma me arrulla, me despiertan tus tormentas…
¡Tromba de efusión y apetencia!
Despierta en mi la falta de elocuencia
Que sumergirme en la voraz consecuencia
De tu clímax consecuente cual pleamar
Y luego, después del líquido reflujo
Despertado en nuestro sexo aparejado
Arrullarnos en la calmada playa del éxtasis saciado
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