No soy incluyente, soy igualitario.
Te ayudaré a luchar para que se respeten tus derechos, mas no lucharé por ti. Luchare contra ti si al ayudarte a levantarte quisieras obligarme a que te cargue.
Marcharé hombro con hombro contigo, manifestándome por la igualdad de todos los seres humanos, porque todos somos iguales pero si me dices que eres distinto te dejaré a tu suerte. Como tú, tengo cualidades diferentes a la mayoría de la humanidad sin embargo eso no me hace distinto o especial ni me otorga el derecho a exigir tratos especiales.
Al ayudarte a defender tus derechos, protejo también los míos y yo estoy por un derecho igualitario, porque no eres diferente, no tengo porque incluirte si ya estás incluido como miembro de la raza humana y tus genes y los míos narran la historia de quienes somos al final del día. Los únicos que se excluyen lo hacen por voluntad propia, porque al establecer una línea divisoria “ustedes y nosotros” lo único que se logra es una enorme brecha insondable que promueve que seamos “diferentes” Y NO LO SOMOS. Solo tenemos preferencias distintas; tanto tú como yo provenimos de un óvulo y un espermatozoide, fuimos gestados en el útero de una madre y estos son elementos esenciales para que la vida pueda postergarse y no pienso que pueda ser distinto jamás por más incluyente que quieras ser.
La constitución política de nuestro país no hace distinción alguna, otorga garantías por igual a todos sus habitantes, sin importar credo, religión, raza, nacionalidad, preferencias o capacidades intelectuales.
Lucharé por los derechos igualitarios para mujeres y hombres sin importar su raza, credo, o preferencias distintas a las mías NO OBSTANTE NO LUCHARÉ POR OTORGAR DERECHOS ESPECIALES a seres humanos solo porque sienten ser diferentes y lucharé contra aquello que busque la división social y más ahora que se necesita la cohesión de todos nosotros para sacar a este país adelante.
Carlos di Paulo Zozaya
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