¿Que nos impide en realidad las encomiendas cumplir?
Que no es la imaginación quien lo prescribe?
¿Acaso serás imaginación si sobre mis piernas te siento?
Tu pulsante vulva mi entraña ardiente
Mi dureza protuberante, jadeando, implorando
Lamiendo, sintiendo, extasiado besando…te
Entonces no es ilusión alguna
Me lo dijeron tus uñas cuando en mi espalda
Sutiles cicatrices descubrí de ésta escena…
De la imaginación consumada
©Carlos di Paulo Zozaya
Leave a Reply