Había una copa vacía sobre la mesa Con el remanente de su contenido Tan escaso, apenas unas gotas, no más En su cóncavo fondo depositadas Mientras tanto tus convexas formas como copas… Entonces Por efectos del vino quizá Con los ímpetus florecientes Y abierta la puerta del placer Con la copa ahora rota sobre la mesa Y aunado a los cristales rotos Una de las pocas gotas derramadas Pronto alcanzará su destino abajo Solaz y elata mantiene su rumbo Para convertirse en rocío … Junto con el vaho que profusamente producimos destilado enervante decantado por la piel generoso efluvio de fruición y casi demencia ©Carlos di Paulo Zozaya
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