No se como empezar, no lo sé Dejaré que la música se exprese Se levante y se anude entre las letras Música no estrecha con acordes entonados Sin ruidos exaltados, sin bajos distorsionados O agudos fuera de tempo… Sin embargo No se como escribir para ser entendido Desconozco la treintena de palabras mágicas Que se manejan con divulgación franca Y música pegajosa entreverada en sus letras tan escasas, tan vulgares, tan sencillas, tan necias Ya que no interesa si tengo la verdad Porque la verdad es ciega e inútil Cuando la necedad es manifiesta Abocarda la razón, la deja tiesa Se condensa en lluvia y cae sobre nosotros Una verdadera tormenta sin piedad Vaya que se necesitan bueno ojos Para ver mas allá… Pero el esfuerzo requerido se ve copado Castrado por la flojera de afrontar al sistema ¡Que buen caldo aderezado con mentiras! Mentiras que se han vuelto el actual esquema Y la mentira se torna verdadera Crece cual bien alimentada quimera Engorda, se hincha engulléndose a la sociedad completa Y la sociedad piensa que tiene libertad Pero lo que se tiene hoy es necedad, flojera, nimiedad Enfermedad… Enfermedad con ojos grandes e impíos Y fríos Tiene orejas enormes y viscosas Para escuchar mentiras grandes o piadosas Pero sordas a la verdad que se muere Enterrada entre la vituperante desvergüenza En la que se ha caído por hacerse de un plato medio comido Con una sociedad que te roba la mitad Simulándote dártelo bien servido... La libertad se basa en seguir tus instintos y no en las modas planteadas por la mercadotecnia, aunque éstas hagan creer que has tomado tus propias decisiones... Carlos di Paulo Zozaya
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