Entonces Fui manecillas Transitando por la carátula de tu cuerpo Y fuiste horario Aceptando mi paso por tu morfología Recostados entre los minutos Acariciamos las horas vagabundeando Aquí y allá con prórrogas temporales Entre los segundos orgásmicos y éxtasis Nos obsequiamos lo anhelado Sin prisa y con tiento Cuando sin percibirlo Nos alcanzó el tiempo Nos llevamos con nosotros los momentos, porque una vez consumido el tiempo se evapora entre los dedos. Y cargados de recuerdos fuimos a buscar más tiempo, para cargar el segundero con espasmos y gemidos y así prolongarnos hasta después del amanecer, entre pláticas y risas, caricias temporales y forjándonos tiempo de amar, quizá la eternidad nos perdone una noche más… Porque No es el tiempo Lo que debe preocuparte Que el tiempo pasará Y lo olvidaremos Son los momentos Los que debemos atesorar Porque una vez consumido Vorazmente el tiempo Los momentos sobrevivirán en el corazón Y la forja donde nacen las estrellas Nace este idilio cadencioso Nace la luz para nuestros ojos Y nacen el tacto, el olfato y… Te voy a hacer Te haré una memoria permanente Tatuare en tus pensamientos Lo que tengo para ti en la piel Lo tengo para el amor Lo tengo para desearte Lo tengo para sentirte Hasta que tu aliento me queme Y qué importa que el suelo Raspe las rodillas con el movimiento frenético Qué importa que la espalda sea objeto Del rasguñar de tus uñas excitadas Nada más importa que el tiempo Que el tiempo nos perdone… Y si no nos perdona será Entonces el espacio universal Con su implacable eternidad Quien nos arrope en su virtuoso seno. ©Carlos di Paulo Zozaya
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