El frío arremete fuerte, el invierno se aproxima
El otoño se retira, la hojarasca revolotea
Y el frío amenazante queriendo taladrar
Las paredes de mi cuerpo, es como la soledad
Pungente, implacable, indolente, como la nieve, insipiente
Y el invierno toca a mi puerta
Y como el yermo quiere entrar
Avasallar con desiertos mis praderas
Y golpea con tesón la madera
Pero la puerta resiste a la quimera
Porque el verano en mi sala ya está
Hay leños prendidos en mi hogar donde
Arde un fuego abrazador que no se apaga
En la forma de las personas que amo
Y ni con las heladas que amagan al afuera
Podrán enfriar a este corazón en boga
Porque la compañía virtual o personal
Me llena de alegría y sobriedad
En estas fechas como ayer y hoy
Y mañana también no estaré solo
Porque me acompañan en este camino
Cientos de hogueras encendidas…
Felices fiestas decembrinas
©Carlos di Paulo Zozaya
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