La noche se cernía sobre los lamentos
La muerte aparecía entre el tormento
Y ya lejano el ruido que rodeaba mi mortaja
Adjunto al dolor de yacer donde antes caminaba
Mis oídos y ojos apagándose fueron
Habían escapado los sueños de mi niñez
Huyeron lejos de mí ante la inminente madurez
Me dejaron solitariamente desprotegido
¿Cómo no iba yo a morir, si había perdido
la sustancia que me preservaba vivo?
Miré afuera de la ventana sorteando
Mi propio reflejo y adentrándome en la umbra exterior…
Vi tu partida… cargabas mis sueños en tu maleta
©Carlos di Paulo Zozaya