Las sombras se cernían sobre el amor El canto funesto del término pronosticado Con palabras rotas se anunciaba al alba Y con bolsa a la espalda partías Con rumbo al sol poniente en calma Mientras que atrás la escoba barría los pedazos Del espejo hecho añicos por tus palabras Que hendiéndose cual espada triturare Lo mas profundo de nuestro reflejo Y los cajones del ropero abiertos a medias Señalaban el vacío latente en su interior Y mis ojos observando en la distancia Como tu sombra se alargaba cada vez menos Mientras el astro matutino desplegaba su vuelo Pasando por las marcas que tus zapatos Cruelmente dejasen como una memoria Impreso en el piso por generaciones tu adiós Y la noche me cogió presa fácil cavilando Aún de pie frente al portal por donde saliste Con un cigarrillo aún humeante quizá extrañándote O tratando de evaporar junto con el humo La memoria de que algún día llegaste
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