Tus lecturas evangélicas te anteceden
pero ello no te disminuye en presencia
ni tampoco me distrae de tu belleza
más bien te escucho con atención
escucho lo que me dices entre líneas
con esa rebeldía de ceder a tus intenciones
¡Incluso has comparado la poesía
con los cantares el libro que mantienes
en tu regazo cual escudo citando estrofas
de mi propio artificio en igualdad!
¡De la significancia de las letras que te sabes a ojos cerrados!
¿Qué más podrías decirme que tu cuerpo no haya gritado ya?
Suelta el libro y abraza al ser humano que tienes frente a ti…
©Carlos di Paulo Zozaya
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